Último Minuto

Plan de Salvación Nacional del MADDT (Miguel Rodriguez Torres)



(Opinión) Ni capitalismo ni socialismo. Plan de Salvación Nacional en materia económica. Por Miguel Rodríguez Torres

(Caracas/05/02/2028).
Ni capitalismo ni socialismo
Plan de Salvación Nacional en materia económica
Por Miguel Rodríguez Torres

De lo que más padecemos, es de lo que menos habla el gobierno: LA CRISIS ECONÓMICA.
La CRBV en su artículo 299 reza: “El régimen socioeconómico de la República Bolivariana de Venezuela se fundamenta en los principios de justicia social, democracia, eficiencia, libre competencia, protección del ambiente, productividad y solidaridad, a los fines de asegurar el desarrollo humano integral y una existencia digna y provechosa para la colectividad. El Estado, conjuntamente con la iniciativa privada, promoverá el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica del país, garantizando la seguridad jurídica, solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la economía, para lograr una justa distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica democrática, participativa y de consulta abierta”.

El mundo contemporáneo históricamente ha presenciado el infinito debate entre el capitalismo y el socialismo, diferenciados en la manera como se interrelacionan los factores de producción y la preponderancia de cada factor en esa interrelación. El Plan de Salvación Nacional que vengo proponiendo y que diseñamos desde las bases del Movimiento Amplio DDT se inscribe en la corriente robinsoniana de inventar nuestro propio modelo, siendo originales y haciendo originales nuestras instituciones. Debemos asumir la economía como ciencia y reconocer sus leyes.

Cuando revisamos las experiencias vividas en los últimos cincuenta años en Venezuela, de manera de alcanzar el modelo establecido en la CRBV, guiados fundamentalmente por el principio del equilibrio que ha de regir las relaciones productivas en nuestra República nos convencemos de la necesidad de un Gran Acuerdo Nacional que permita potenciar desde la sinergia de los factores de producción, la reactivación de nuestro aparato productivo.

La correcta aplicación de todos estos criterios y el manejo profesional de las políticas monetaria, cambiaria y fiscal, permitirá alcanzar niveles importantes de estabilidad macroeconómica y crecimiento sostenido del PIB que facilitará la reducción y control de la inflación, fenómeno que hoy destruye el ingreso familiar y empobrece día a día nuestra sociedad.
¿Qué hacer? ¿Por dónde comenzar?
  • SOLUCIÓN DE LA COYUNTURA INMEDIATA SOBRE EL TEMA DE ALIMENTOS Y MEDICINAS: Es prioritario dar respuesta a las necesidades reales de los ciudadanos en ambos rubros, a través de estrategias comerciales nacionales e internacionales. A tales fines es menester la recuperación de la confianza del sistema financiero internacional y la procura de apoyo inmediato de la comunidad internacional.
  • DESARROLLO ECONÓMICO: Se debe usar el PIB per cápita como instrumento estadístico que ayude a evaluar el avance cuantitativo y cualitativo de las políticas económicas, pero además, aplicará métodos que permitan cuantificar el nivel de bienestar, la distribución más justa de la riqueza, el impacto en la salud y la educación del pueblo en general.
Reducir permanentemente la brecha entre quienes más tienen y quienes menos tienen debe ser una orientación permanente en el modelo económico venezolano, lográndolo exclusivamente a través de la promoción del trabajo, de la inversión nacional e internacional, y un programa especial de impulso a la pequeña y mediana empresa.

Este plan de Salvación Nacional asume que la complementariedad reciprocidad y la cooperación son válidas en las relaciones entre los países en el entendido que entre los diversos factores sociales que intervienen en el proceso productivo deben regir los mismos principios, de manera de armonizar su interacción en favor de la productividad y la producción generadora de riqueza y desarrollo material de la sociedad.

Se debe asumir como pilares fundamentales del crecimiento y desarrollo económico una robusta institucionalidad que aplique la ley, sin diferencias, y garantice los derechos del ciudadano, de sus bienes y de su propiedad, y facilite su inclusión en el proceso productivo. Para ello se debe destacar la importancia de facilitar al ciudadano el impulso de sus capacidades para el trabajo con los más elevados estándares de formación y capacitación en diversas profesiones y oficios.
  • RECUPERACIÓN DE LA CONFIANZA Y DE LA SEGURIDAD JURÍDICA: Se requiere de acciones firmes y transparentes que generen confianza en todos aquellos que deseen invertir en nuestro país, debemos abrirnos al mercado financiero internacional, conscientes de la tendencia universal de la financiarización de la economía y sus riesgos, legislando y desarrollando las instituciones capaces de generar las alarmas tempranas necesarias para evitar las desviaciones del sistema.
Se debe asumir la propiedad de los bienes de producción en los términos establecido en la CRBV en su Artículo 115 “Se garantiza el derecho de propiedad. Toda persona tiene derecho al uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes. La propiedad estará sometida a las contribuciones, restricciones y obligaciones que establezca la ley con fines de utilidad pública o de interés general. Sólo por causa de utilidad pública o interés social, mediante sentencia firme y pago oportuno de justa indemnización, podrá ser declarada la expropiación de cualquier clase de bienes”.
  • SOBRE TIPOS DE CAMBIO: Debemos avanzar rápidamente hacia la unificación cambiaria a través del diseño econométrico de una ecuación que determine un tipo de cambio real, y que permita una transición suave hacia la liberación del dólar una vez estabilizada la situación económica del país. Se debe analizar la incursión en las nuevas tecnologías financieras para adaptarnos a las nuevas tendencias mundiales en el sistema económico.
  • EL ENDEUDAMIENTO EXTERNO E INTERNO: Refinanciación de la deuda nacional a los fines de mejorar el Flujo de Caja de la Nación así como el Flujo de Caja de PDVSA. Ejecutar un programa agresivo de reactivación de cinco sectores que permitan tal activación con endeudamiento no monetario:
1) Construcción.
2) Agroindustria.
3) Textil.
4) Automotriz.
5) Turismo.

Es necesario auditar e iniciar un proceso de refinanciamiento de la deuda externa e interna que es un fardo muy pesado sobre las cuentas de la nación y nos coloca en un dilema humano muy duro: pagar deuda a ciegas y sin plan financiero o dar alimentos y medicinas al pueblo.

Un proceso bien conducido en este tema puede ayudar a reducir el monto real de la deuda, hacer justicia, reorientar recursos y ganar la confianza internacional en materia financiera, que permita la obtención de los recursos frescos necesarios para el relanzamiento de nuestro aparato productivo. La deuda interna y externa debe ser auditada por la CGR en conjunto con una empresa de Auditoría Nacional y una Internacional, así como representación de diferentes factores del orden político nacional.
  • POLÍTICA ECONÓMICA PETROLERA: El Estado debe mantener la rectoría de la política energética y el control de la actividad productiva de PDVSA como fuente generadora de los mayores ingresos y palanca fundamental del desarrollo nacional, sin menoscabo de abrirse a la participación privada en los distintos procesos que la corporación desarrolle, privilegiando a la empresa privada nacional y permitiendo la inversión privada internacional para el pleno desarrollo del sector.
Sobre PDVSA queda clara la necesidad de  re-institucionalizarla, de manera de optimizar los procesos que conduce a altos niveles de competitividad. PDVSA debe retomar estrictamente el rol para el cual fue creada, ejerciendo solo las funciones concernientes a las cinco Fases de la industria petrolera: Exploración, Producción, Refinación, Comercialización y Transporte.

Se debe asumir el compromiso de ejercer una política de precios, consistente en regular producción, con el fin de favorecer precios que conlleven mejores ingresos por las exportaciones petroleras; y en este sentido se debe trabajar sincronizada y armónicamente con la Organización de Países 
Exportadores de Petróleo (OPEP), de la cual Venezuela es miembro-fundador. Por ello, se impone levantar gradual y comedidamente los niveles de producción (y refinación), a fin de poseer cierta holgura en la producción (ociosa/cerrada) que permita incrementar la producción real cuando las circunstancias del mercado y los intereses así lo ameriten.

Consideramos primario ajustar todos los planes y proyectos sobre la Faja del Orinoco, para sincerar costos y prioridades “aguas arriba”, en las aéreas de exploración y producción; y así estudiar, analizar y emprender también proyectos sobre las reservas probadas no desarrolladas en áreas tradicionales, áreas inactivas, áreas nuevas para exploración y futuro desarrollo, el gas costa afuera, así como proyectos de Gas Natural Licuado para exportación.

Se impone el estudio y análisis para la creación de un Fondo Soberano Petrolero para el Desarrollo), a fin de disponer de los recursos financieros necesarios para invertirlos en la diversificación económica, también para emergencias o catástrofes nacionales y contar con divisas operativas a la hora de crisis profundas (debidas o no a la caída del precio del petróleo), de riesgos fiscales y financieros impredecibles que tengan implicaciones serias para la estabilidad económica y social del país.
Un Plan de Salvación Nacional debe retomar el proyecto de la Orimulsión con la visión de utilizarlo en el sistema eléctrico nacional liderando a los derivados del petróleo consumidos en el mercado interno para ser vendido en el mercado internacional y así aumentar el ingreso de la industria petrolera.
  • DIVERSIFICACIÓN DE LA ECONOMÍA: La actual coyuntura venezolana es el producto del fracaso en la lucha por la diversificación de la economía, y trata hoy de rectificarse con políticas que van en desmedro permanente de la producción nacional. Mantener un sistema cambiario que fomenta la corrupción, ha desmotivado significativamente a nuestros productores del campo, así como al aparato industrial. Partimos de la premisa que no podemos existir como nación soberana, integrada territorialmente, sino somos capaces de producir nuestros alimentos.
Se debe asumir como tarea fundamental, desarrollar propuestas de diversificación real de nuestra economía, apalancados por los ingresos petroleros y centrando el esfuerzo principal en la petroquímica, la agroindustria y el turismo. La inversión en la investigación científica debe entre otras tareas, definir el uso de la inmensa reserva petrolera una vez agotado el uso de combustibles fósiles como fuente de energía mundial. Si bien es un tema de abordaje en el largo plazo, no puede dejarse a próximas generaciones un problema que requerirá tiempo, esfuerzo, estudio e inversión para alcanzar la solución más racional. Recuperar la producción petrolera y petroquímica es de urgencia vital. Es menester la intervención de PDVSA y la aplicación de una auditoria que permita conocer a fondo su realidad financiera y operativa.
  • APERTURA AL SISTEMA FINANCIERO INTERNACIONAL: Debemos convertir La Isla de Margarita y la Península de Paraguaná en centros financieros y turísticos nacionales e internacionales, convirtiéndose en elemento vital del proceso de diversificación y de generación de confianza nacional e internacional para la inversión. Seguros estamos que muchos venezolanos podrán retornar a su tierra para traer sus capitales y apoyar nuestro desarrollo.
Se debe aperturar la bolsa de valores de Caracas, y progresivamente las distintas casas de cambio necesarias para que la apertura al sistema financiero internacional sea efectiva y redunde en facilidades y eficiencia para el desarrollo de los negocios en Venezuela.

Es importante revisar la presencia del Estado en las distintas cadenas productivas nacionales para optimizar su participación donde sea necesaria, y retirarla donde solo cree dificultades y obstáculos generalmente corruptores del proceso. Esto implica la revisión profunda y detallada de aspectos burocráticos, permisos y controles gubernamentales que obstaculizan el proceso productivo y/o la posibilidad de exportación de productos nacionales no petroleros.
  • SIMPLIFICACIÓN DE TRÁMITES ADMINISTRATIVOS: Se debe minimizar la burocracia que se traduce en ineficiencia y corrupción. Se debe diseñar plan de simplificación de trámites para registro de empresas y para los exportadores e importadores.
Salir de la crisis económica SI es posible, pero lo haremos SI Y SOLO SI logramos un candidato único por consenso para derrotar a Nicolás Maduro.
 
 Fuente/PuentoDeCorte


No hay comentarios

El Portal web criticoenlaizquierda.blogspot.com no se hace responsable por los mensajes y comentarios realizados por nuestros seguidores y lectores.